Y volvieron a sonar las palmas en la sala dorada del Musikverein de Viena. Otra vez las campanadas de las 12 en la Puerta del Sol, con la Pantoja o con Anne, dieron paso al concierto de Año Nuevo. Y aunque el año se presenta incierto para muchos, nos deseamos felicidad mutua. Y hubo chistes sobre Mangardarín y su afición a los cuartos, que hasta nos habría dejado sin campanadas. Y ni el anuncio de una <una subida temporal y progresiva del IRPF y del IBI > consiguió atragantarnos las uvas. Porque tenemos un ánimo a prueba de bomba, o de misiles. Porque para estrenar el año, la Armada iraní en lugar de cohetes o petardos ha decidido lanzar un misil de largo alcance tierra-aire en el Golfo Pérsico, para completar las maniobras que desde el día de Nochebuena realiza en el estrecho de Ormuz, por el que transita el 35% del comercio mundial del petróleo. Amenaza con bloquearlo y EE UU no lo consentirá. Así que seguimos en la montaña rusa de la actualidad con pocas buenas noticias.
Y en la Patagonia se unen a la fiesta con un gran fuego que devoró unas 13 mil hectáreas de bosques nativos en el Parque Nacional Torres del Paine, y que al parecer provocó un turista negligente: un solo hombre con sus dos manos y su falta de cerebro causa esta catástrofe.
Pero seguimos recibiendo el año con una sonrisa y esperamos lo mejor del 2012 porque en la naturaleza del hombre está el seguir caminando. Don’t Stop, Keep Going On! Feliz Año.
Creo que precisamente la falta de buenas noticias hace que celebremos con gran entusiasmo, algo que no deja de ser una noche más en los tiempos. De todas formas yo he notado que ese entusiasmo ha bajado mucho en la mayoría de la gente. Los recortes y las previsiones económicas no nos han dejado indiferentes y el miedo se palpa en el ambiente. Feliz Año¡¡ si es posible, si no por lo menos que llegue tranquilo y sin más sobresaltos.
ResponderEliminar