Oriente siempre enigmático, siempre lejano y etéreo. Una civilización que adoramos en la distancia, una sensibilidad distinta, llena de olores y sabores. Una cocina en la que Mikage Sakurai hará su refugio para superar la muerte, la soledad. La novela de Banana Yoshimoto es poesía y nos hace lamentar no poder leer el original en japonés. Una historia breve que esconde un mensaje de supervivencia. Un relato de muerte y de vida. Un prosa plagada de imágenes bellas. Un libro dulce que empieza así:
"Creo que la cocina es el lugar del mundo que más me gusta. En la cocina, no importa de quién ni cómo sea, o en cualquier sitio donde se haga comida, no sufro. Si es posible, prefiero que sea funcional y que esté muy usada. Con los trapos secos y limpios, y los azulejos blancos y brillantes. (…) Sólo estamos la cocina y yo. Pero creo que es mejor que pensar que en este mundo estoy yo sola". (Sugerente... ¿no?)
hola¡¡¡
ResponderEliminarme gusta mucho tu blog y te sigo nos seguimos mutuamenete?¡
http://mundossobretinta.blogspot.com.es
besos:3
Claro que sí!! Bienvenida!!
EliminarLo he descubierto recientemente en el blog de Tizire y me parece una propuesta extremamente interesante :) A ver si puedo hacerle un hueco en las próximas semanas; no me gustaría que se quedara eternamente entre mis pendientes. Gracias por recordarmelo,
ResponderEliminarMe llevé la recomendación de otro blog, no recuerdo cuál ahora mismo, me llamó bastante =)
ResponderEliminarBesotes
Adoro la cocina, asi que para mi es un reclamo
ResponderEliminarPues lo tengo apuntado que ya había visto otra reseña que me había tentado. Y ahora la tuya le sube puestos, que tiene una pinta buenísima este libro.
ResponderEliminarBesote!!!
También lo tengo en mi listado por Tizire, me alegra ver que sales igualmente convencida. Besos
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