miércoles, 5 de septiembre de 2012

Revolución "knowcoster"


La técnica de la publicidad se pone al servicio de la revolución de los consumidores. Miguel Conde ofrece un libro tan atractivo en la forma como en el fondo.
¿Cuánto cuesta un vuelo low cost a Londres? ¿Y unas zapatillas de deporte  en un outlet? El experto en publicidad Miguel Conde nos invita a reflexionar sobre nuestros hábitos de consumo y nos demuestra que no somos tan listos como pensamos cuando nos decidimos por comprar lo más barato.
Su libro es una llamada de atención, una convocatoria a la lucha, una invitación a convertirnos en knowcosters. Un intento de hacernos conscientes del alto coste que tienen los precios bajos. «No se trata  de si es barato o es caro. Si tiene un precio más alto o más bajo. Cada producto tiene sus propios costes, incluyendo el coste bienestar y el coste planeta», dice el autor. Explica también que se trata de lo que nos cuestan realmente las cosas, lo que de forma directa o indirectamente pagamos por ellas: «Se trata de ver adónde va nuestro dinero, qué formato de sociedad estamos apoyando… Se trata de que cada uno elija con la misma libertad, pero que lo haga sabiendo.  Seguramente es la forma más eficaz de construir el modelo de sociedad que queremos. Posiblemente la única que realmente tenemos a nuestro alcance, porque cuando consumimos, votamos».
IMPACTO VISUAL
Con una presentación de alto impacto visual en el que las ilustraciones en negro, rojo y blanco con grandes eslóganes nos atrapan al momento, este experto en márketing revisa para nosotros la evolución de  la sociedad y el estado del bienestar a lo largo de la historia  y apoyándose en los colores y las tipografías exageradas nos sacude para que nos decidamos a abandonar el eslomismo y valoremos las diferencias. No faltan referencias iconoclasta a Keynes o a Marx y hasta recurre a un formato de cuento infantil para hacerse entender, para captar adeptos a su movimiento.
Pero Conde no se limita presentar el problema, sino que también ofrece una solución sencilla y esperanzadora: la triple etiqueta. Una forma de hacer visible a los ojos del consumidor el verdadero precio de la cosas: el coste/plantea, el coste/estado de bienestar.  Una etiqueta que obliga a abrir los ojos y hacerse knowcoster.  Porque «si no consumes como piensas, acabarás pensando como consumes», apunta. Y nos anima: « Vota cada vez que consumas».
Para despertar nuestra conciencia no ahorra detalles: «¿Comprarías un producto europeo que tenga niños trabajando 15 horas diarias? ¿Y si no es europeo?». Y no se para ahí, ya que nos invita a dejar de leer si nuestra respuesta es afirmativa. No hay lugar entre los knowcosters para los que cierran los ojos.
Miguel Conde Lobato es markitecto, consultor estratégico de comunicación y creativo publicitario. Pero, ante todo, es un observador social, un experto en consumo y un comunicador.
Creador de la conocida campaña publicitaria Vivamos como galegos!, dirige la empresa publicitaria BAP&Conde. También es autor de otros libros sobre comunicación como Target, Manual de Instrucciones y Si te conviertes en lombriz no te quejes de ser pisoteado.

Publicado en La Voz de Galicia

8 comentarios:

  1. Pues que quieres que te diga, que este hombre tiene toda la razón en cuanto a que debemos saber a donde va nuestro dinero, aunque a veces, lo sepamos de oídas eso no es suficiente.

    ¿Qué si quiero dar dinero a una marca que hace balones cosidos a mano por niños menores de 10 años en Tailandia? Pues claro que no, al igual que tampoco me gusta comprar productos testados en animales, pero esto último ya viene en los envases de cosméticos y productos de higiene para que tu elijas si compras ese prodcto testado/no testado en animales.

    Lo de las tres etiquetas debería ser obligatorio, pero creo que es imposible, los grandes perderían (o dejarían de ganar) mucho dinero, y ya se sabe lo que mueve el mundo.

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    1. Es fácil estar de acuerdo, lo difícil es pasar a la acción!

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  2. Bueno pues también opino que tiene razón, pero claro, si la diferencia de precio es grande se hace uno ciego ante las condiciones laborales o de venta.
    Es muy difícil poner en práctica las buenas teorías.
    Interesantísima entrada, Elena, enhorabuena. Habrá que leerlo
    Besos

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  3. Cada vez que paso por aquí me encuentro con una grata sorpresa. Según nos cuentas es una lectura muy didáctica, y estoy de acuerdo contigo que lo difícil es pasar a la acción, sobre todo en estos tiempos de crisis.
    Besos

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    1. La crisis afecta al bolsillo y también endurece el corazón... :(

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  4. Me parece una interesante propuesta, Elena. Muy interesante. Me lo anoto...
    Besos,

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  5. Es ub bombazo muy comercial! Sin duda! Además, el tema a tratar es del interés de cualquier ser humano.
    Abrazos
    Lupa

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