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No volverás Lisboa antigua y señorial...>, dice la canción, pero se equivoca.
Lisboa es la capital más elegante de Europa. Su belleza, como sacada de un postal antigua, de esas coloreadas, nos envuelve con la nostalgia de sus fados y nos despierta los sentidos con con su bacalhau y sus dulces mhhh.... Venir conmigo y dejaros cautivar. Esta es mi propuesta de imprescindibles para dos días en Lisboa
Primer Día: Súbete al tranvía!
1.
El tranvía. Para tomar contacto con la ciudad y echar el primer vistazo lo mejor es subirse a su tradicional tranvía amarillo. El de la línea número 28 es el más turístico y te ofrecerá una visión panorámica encantadora. Hace un recorrido de casi 9 kilómetros, pasando por el Castillo, la Catedral y el Barrio Alto. Si va muy lleno, a veces hay cola en las paradas, se puede hacer el tomar el 12, algo más corto. Antes de subir y para empezar con buen pie, pon a buen recaudo tu cartera!!
2.
Plaza del Rossio. Como punto de salida elegimos la parada cercana a la Plaza de Rossio. Allí tenemos nuestro hotel: el Metropole. La ciudad está plagada de hoteles, pero en el Metropole, construido en 1917, vivirás esa Lisboa antigua y nostálgica mejor que en cualquier otro. No esperes lujos, sino ambiente algo decadente, pero a mi me encantó. Además qué ubicación: el Rossío , algunas de sus tiendas y cafés datan del siglo XVIII, como la tradicional Pastelaria Suíça ( no entres si no estas dispuesto a romper tu dieta) y el Café Nicola que fuera frecuentado por el poeta Bocage y el celebrado escritor Eça de Queirós y sus amigos.
3
Castillo de San Jorge..Ya estamos en el tranvía que subirá serpenteando hasta el Castillo de San Jorge. Esta es nuestra parada. El castillo se encuentra en lo alto de una montaña, en el centro de Lisboa. Lo mejor son las vistas: son espectaculares. La ciudad a tus pies y el río. Una preciosidad, merece la pena tomarse un rato y extasiarse. También es interesante, sobre todo si vas con niños, visitar en el castillo la Cámara oscura de Leonardo: en una habitación pintada de negro y a oscuras se ven imágenes de Lisboa captadas con un espejo situado en la punta de la torre y reflejadas sobre una superficie blanca cóncava. No es fácil de explicar, pero se ve Lisboa como en un ojo de pez. Pero no son imágenes grabadas, son del momento. Es muy original.
4.
Barrio de la Alfama. Lo mejor es bajar del castillo andando y recorrer el Barrio de la Alfama, con sus calles estrechas y empinadas. Todos los rincones merecen la pena, pero no hay que olvidarse de parar en la catedral. Si se tiene hambre es muy recomendable O Chapito, con vistas insuperables.
5.
Elevador de Santa Justa . Una vez de regreso al centro, y tras parar un ratito en el hotel y recuperar energías, nos dirigimos a elevador de Santa Justa. El Elevador de Santa Justa, también llamado Elevador do Carmo, es un ascensor que une los barrios de la Baixa Pombalina y el Chiado. Se levanta sobre la calle de Santa Justa: si no tienes tarjeta de transporte el precio del ticket es de 3 euros.
6.
Chiado. Una vez arriba hay que buscar a Pessoa. No puede marcharse uno de Lisboa sin tomar un café con este insigne de las letras lusas. La estatua de Pessoa está hecha en bronce y se encuentra en la terraza emblemático café A Brasileira, fundado en 1905.
7.
Barrio Alto. Ahora ya podemos buscar un sitio para cenar entre estas callejuelas adoquinadas que forman el Barrio Alto y que por la noche están llenas de animación. Hay muchos restaurantes con fados y en todos ponen bacalhau. Bom proveito. Mañana será otro día.
Segundo día: Saliendo de Lisboa
Si dispones de coche decídete a dejar la ciudad y ver los alrededores. Será una excursión inolvidable. Si no lo tienes, también lo puedes hacer, pero será mejor que te decidas entre visitar Belem o Sintra y Cascais, ya que en tren los dos sitios es algo complicado para el mismo día.
8. Belem. Para ir a Belém desde Lisboa lo más cómodo es desplazarnos a la Plaza del Comercio, muy cerca del Rossío y una vez allí, tomar el tranvía 15 en la estación de Cais do Sodré. Los domingos por la mañana es gratis la entrada a los sitios. Hay que visitar la torre, los Jerónimos y desde luego probar los magníficos pasteles de Belem en la pastelería Belem.
9.Sintra. Sintra es como una ciudad de cuento y merece la pena desplazarse hasta allí y conocerla. Hay un tren que va directo de Lisboa a Sintra, desde la estación de Rossio
. Si vas en tu coche, merece la pena circular por la autovía Marginal y disfrutar de las vistas del mar. En Sintra visitar el Castelo da Pena es lo más típico. También es interesante el convento de los Capuchos. Y los pasteles de la Periquita....
10.
Cascais- Desde allí Cascais está a un paso. Para comer os recomiendo los restaurantes sobre la playa de Guincho. Y no perderse A Boca do Inferno.
Lisboa antigua reposa llena de encanto y belleza, que fuiste hermosa al sonreír y al decir...tan airosa. El velo de la nostalgia cubre tu rostro de linda princesa. No volverás Lisboa antigua y señorial a ser Morada feudal de tu esplendor ideal... Las fiestas y los lucidos saraos, y los pregones al amanecer ya nunca volverán...
Si te sirve de ayuda me encantará que me dejes un comentario
Ufff, Elena...! Has hecho que vuelva a ella en tu recorrido. Fue una celebración de "cuarentena" del que fue mi marido , un regalo sorpresivo y disfrutamos de todo, sobretodo del tranvia 28,y de la gastronomia, un exquisito bacalao. La gente en el metro no se colaba, pudiendo hacerlo sobradamente, no como por aqui. Civismo total .Y la luz única. Las 7 colinas...Gracias por rememorar tiempos felices!!! Volvería. Un abrazo.
ResponderEliminarGrcias por este comentario, me alegra que hayas revivido conmigo buenos tiempos y que los compartamos... Un abrazo!!!
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