jueves, 29 de mayo de 2014

Brunetti, defensor de los libros

 Alemania devolvió esta semana más de 600 libros de alto valor histórico que habían sido robados de una biblioteca de Nápoles. «Son objetos únicos que cambiaron el mundo», destacó el fiscal superior de Múnich, Manfred Nötzel. Entre los más de 600 volúmenes se encuentran ediciones originales de obras de Galileo Galilei, Nicolás Copérnico y Johannes Kepler, sustraídos de la Biblioteca dei Girolamini en Nápoles. La colección, que data sobre todo de los siglos XVI y XVII y tiene un valor estimado hasta tres millones de euros (3,4 millones de dólares) pasó hoy a manos de las autoridades italianas. Los libros fueron requisados en mayo de 2012 a una casa de subastas de Múnich que anunció su venta. Inicialmente se habló de 543 volúmenes, pero finalmente se corrigió la cifra al alza.
Según los investigadores, los volúmenes fueron robados entre junio de 2011 y abril de 2012 sobre todo de la biblioteca Girolamini de Nápoles, una de las más antiguas y valiosas de Italia.
El ex director de la biblioteca, Marino Massimo de Caro, fue arrestado en 2012 y un año después condenado a siete años de prisión por el desfalco de cerca de 2.000 tomos. Algunos de los libros terminaron en poder de Marcello Dell'Utri, conocido bibliófilo cercano al ex primer ministro italiano Silvio Berlusconi. También Dell'Utri fue encarcelado el año pasado por complicidad con la mafia siciliana.



El comisario Brunetti vuelve de la mano de Donna Leon a emprender su cruzada contra la delincuencia, la burocracia y la desidia en su divina Venecia. En esta cita, que ya es la 23 de los lectores con este peculiar héroe de andar por casa, la indignación ante el espolio real de la biblioteca Girolamini de Napoles, ocurrido en el 2011,  y  en el que, según la policía, el director de la institución, junto a un comisario y cuatro empleados robaron impunemente miles de libros antiguos, ha sido la inspiración para que Donna Leon  construya  Muerte entre líneas. La gran dama de la novela negra, siempre atenta a denunciar los atentados contra la cultura, incide una vez más en la crítica a la corrupción en Italia. Traslada el escenario de los hechos ocurrido en Nápoles  a la biblioteca veneciana Merula y teje una historia en la que el amor a los libros y el desprecio de la cultura propia se ven las caras. No hay piedad ni para los que participan en los robos, ni para los que compran los libros y se presentan como bibliofilos. Tampoco hay perdón para los que desde dentro se comportan como traidores. La trama va más allá del crimen intelectual e incluye un asesinato cruel, cuya víctima es un exsacerdote lector compulsivo de
Tertuliano y los santos padres.
Sin duda, el relato hará temblar de emoción e ira a los que ven en los libros algo más que objetos de compraventa, ya que su proximidad a la realidad, y su exquisitez en las descripciones de los volúmenes y las bibliotecas, pone los pelos de punta al mismo tiempo que fascina.
Brunetti se vuelve a rodear de sus personajes más afines para llevarnos hasta su mundo: su esposa Paola, se dice que es el alter ego de Donna Léon, una mujer cultivada, profesora de literatura inglesa en la Universidad y apasionada de los libros y la cocina; su compañero Vinaello, el policía inteligente; la signorina Elettra la elegante y sagaz ayudante siempre vestida a la ultima moda; el circunspecto piloto de la motora Foa y el exasperante Patta, un jefe que responde al perfil del perfecto inútil  vestido con camisas compradas en Londres. Tampoco faltan su suegros, el conte y la contessa Faliercultos, ricos, frívolos y exquisitos y su palazzo veneciano, que un día Brunetti heredará.
Por supuesto, la ciudad de Venecia, sus restaurantes, su café Florian, sus costumbres y gastronomía, también juega un papel protagonista a la hora de explicar una época y una sociedad.  Donna león aprovecha una vez más el relato para por por boca de Brunetti dejar patente su preocupación por el deteriro de la ciudad de la los canales. En este ocasión su batalla es contra el paso de los grandes cruceros por el Gran canal, hasta la misma puerta del la plaza de San Marcos. "Desde donde le miraban, aquel gigante tapaba la vista de la ciudad, la luz del sol y cualquier sentido de percepción, sentido o propiedad de las cosas. ¿Qué efecto podía tener el buque sobre la piedra de la riva y sobre el material de cientos de años de antigüedad?", relata ante el paso de uno de sus mamotretos flotantes. Una pregunta inquietante.

Publicado en La Voz de Galicia

viernes, 23 de mayo de 2014

Una delicada historia de amor a los libros

Ahora que los libros y los libreros corren peligro de extinción, reconforta disfrutar de la delicada prosa poética de Mary Ann Clark Bremer y sentir su veneración por los libros y la pleitesía que rinde a la belleza.
La novela, que rescata Editorial Periférica de las fauces del tiempo, como ya hiciera con Una biblioteca de verano y Después del invierno conforma un nuevo episodio de las  memorias de la autora. La princesa rusa y el librero de París transcurre en la capital francesa en la decada de los 60, en el barrio de Marais, pero el cuándo y el dónde son algo secundario en esta obra pequeña en extensión pero grande en dimensión. Es la historia de un amor a destiempo que termina de forma misteriosa. Un amor basado en la veneración de la belleza por encima de cualquier otra espiritualidad.  Son " los dos protagonistas de un amor a destiempo, representan, a su manera, todos los demás amores a destiempo y, en cierto modo, imposibles” , nos dice la autora.
Una historia a la que Mary Ann despoja de nombres propios para que nada nos distraiga de este amor casi religioso que acaba por encontrar un lugar para su altar y también su libro sagrado y sus imágenes."No he visto encuadernación más delicada ni estampas más perfectas, con un color como de acuarelas puras, que las de aquel librito. Se trataba de una edición inencontrable, según el Librero, de uno de los mejores relatos, el favorito de la Princesa -y también el mío-, de De Bastide, La petite maison. La cubierta, de tela, era roja, y resultaba tan placentero pasar la mano sobre ella, que daba la impresión de estar estrechando otra mano, una mano amiga y tibia. Las guardas, de un color que iba del verde oscuro al negro y que no puedo definir de otro modo, parecían haber sido pintadas también a la acuarela, por sus aguas y por sus transparencias. La tipografía, delicada y bien delineada, procedía, seguro, de alguna de las familias esculpidas por el maestro Garamond"
¿Quién  se resiste a esta descripción? El amor por los libros traspasa cada palabra y ya nos vemos impulsados a salir a buscar nuestra  La petite maison. Las referencias culturales son una constate en estas breves páginas donde también se haya una mención a Diderot amigo del escultor  Étienne-Maurice Falconet   y autor de un bajorrelieve en madera que será uno de los objetos fetiche de la pareja. Clark Bremer también hace un hueco para los dogones, extraña etnia primitiva de Mali a la que se vincula con los extraterrestres, y para los antropólogos que los estudiaron. Pinceladas para despertar la curiosidad del lector inquieto. Se agradece.

Publicado en La Voz de Galicia

jueves, 15 de mayo de 2014

Cuando la guerra irrumpe en la vida : Reto escritoras únicas.


El legado de Nemirovsky sigue creciendo. Una nueva traducción llega a España de la mano de editorial Salamandra. La novela Los bienes de este mundo hurga sin compasión en la herida de Europa para retratar a la sociedad francesa más burguesa y provinciana y su reacción ante el desorden bélico. La escritora combina el estilo más clásico y la mirada más ácida para dejar al descubierto la incapacidad  manifiesta de sus contemporáneos ante el drama y la destrución que supusieron las dos guerras mundiales. Una obra muy en la línea de su genial Suite francesa, de la que se puede considerar precursora. Irène Némirovsky escribió Los bienes de este mundo en 1940 y la publicó por entregas en el semanario Gringoire entre abril y junio de 1941. Lo hizo sin poder usar su nombre, bajo el epígrafe: “Obra inédita de una mujer joven”, para escapar a la prohibición de trabajar que recogían los estatutos contra los judíos aprobados por el gobierno de Vichy. Finalmente, en 1947, cinco años después del asesinato de su autora en Auschwitz, la novela se publicaría con su nombre y en forma de libro en la editorial Albin Michel
Nemirovsky , que narra los acontecimientos en caliente, tal como los vive, como testigo directo, se vale de la familia Hardelot para retratar sin piedad los resabios y prejuicios de la Francia más rancia y obsoleta. La historia  se inicia en 1911, en una localidad cercana a la costa norte del país, con el joven Pierre Hardelot  y su amada Agnes. De la mano de este matrimonio recorremos treinta años de historia de Francia, desde los preludios de  Primera Guerra Mundial hasta la ocupación alemana en 1940. Una historia que se repite sin que sus protagonistas puedan hacer nada más que asistir expectantes al terrible espectáculo de muerte y destrucción. Nemirovsky combina la narrativa convulsa de los hechos con la mirada critica al provincianismo, pero deja una rendija abierta a la esperanza con la dulzura de una historia de amor que sobrevive a los malos tiempos. Sabiendo cual fue el cruel destino de la autora, morir en un campo de concentración, enternece su tierno optimismo.

Publicado en La Voz de Galicia.

miércoles, 7 de mayo de 2014

Canadá, lo mejor de Richard Ford

Había leído otras novelas de Richard Ford , pero nada comparable a esta. A la dificultad de escribir una gran novela , aquí hay que añadir que el protagonista es un chaval de quince años que nos cuenta, en primera persona, las duras vivencias en las que se ve envuelto. Ponerse en la piel de un adolescente, sin serlo, y no aburrir a la concurrencia, tiene un gran mérito, si además lo que cuentas está bien hecho, consigues un gran trabajo.
La novela esta llena de vivencias dramáticas en el corto plazo que nos ponen en la piel del protagonista y nos llevan a reflexionar con él y paladear con calma lo bien escrito. Hay momentos mágicos, como el de la idea del “pensamiento inverso”: “El hábito (propio de Dell) que me hacia creer que había importancia donde no había mas que carencia”. Es no sólo de gran exquisitez por lo que sugiere, sino que es muy apropiado en un adolescente , la forma de ver en el adulto admirado el acierto aunque en realidad sólo hay fallo.
 Tampoco quiere olvidar los consejos de la madre para la explicación de los hechos :”la ductibilidad”; la aceptación y adaptación de los hechos sin dejar que un único pensamiento malsano invada nuestra mente. Además del joven hay que destacar el personaje siniestro: Arthur Remlinger , que justifica todas sus acciones y que supedita cualquier cosa en favor de su “ego” y cuya máxima no tiene desperdicio : ” Algún día , en alguna parte sería capaz de explicarme todo aquello a mí mismo “. 
No quiero abusar de las citas, pero la novela esta llena de ideas que nos invitan a la reflexión y nos hacen valorar lo escrito, como la de la hermana de Remlinger :”Uno es bueno , si puede hacer algo malo , y decide no hacerlo” que la encuentro muy atinada. Para mí esta es una gran novela.

Remitido por Pucho Méndez


jueves, 1 de mayo de 2014

Donna Tartt vuela hasta el Pulitzer con El jilguero


Un libro que estimula la mente y toca el corazón. Así han definido El jilguero de Donna Tartt  los miembros del jurado del premio Pulitzer 2014 que han decidido otorgarle la distinción por la "madurez de una novela maravillosamente escrita, con unos personajes exquisitamente perfilados".  Más de mil páginas conforman esta cautivadora obra de la autora americana que conjuga los elementos del thriller  más actual y el clasicismo del novelón decimonónico de iniciación a la vida adulta.  Una combinación osada que nos atrapa sin remisión. Un joven de 23 años, Theo Decker, nos cuenta en primera persona su oscura vida, en la que, al clásico estilo dickensiano, a pesar de su pureza de corazón,  se ve empujado por la desgracia hacia el lado más cruel de la realidad en la que filtreará con delincuencia, drogas y desesperación.
Nueva York y sus distintos extractos sociales son el escenario principal de esta historia que también nos traslada a Las Vegas más infernales de la adicción al juego y al Amsterdam tenebroso de las mafias. Es  en la ciudad de los canales donde comienza el relato con un Theo que sueña con su madre. "Me encontraba aun en Amsterdam cuando soñé con mi madre por primera vez en mucho tiempo...."  Así empieza la biografía del protagonista que nos devuelve a sus 13 años, momento en el que una bomba lo deja huérfano. Un atentado en el Metropolitan de Nueva york del que consigue salir en apariencia ileso y con un tesoro oculto que marcará toda su vida."Me habrían ido mejor las cosas si ella hubiera vivido. Pero murió cuando yo todavía era un niño; y aunque todo lo que me ha sucedido desde entonces es mi culpa, al perder a mi madre perdí de vista cualquier punto de referencia que podría haberme conducido a un lugar más feliz, una vida más plena o agradable", nos cuenta.
Tres hombres: Boris su amigo del lado oscuro, su padre borracho y  jugador y el anticuario Hobie, que será su refugio, serán las influencias que dominarán su vida. Sufrimos con Theo su desgracia y nos alarmamos al ver el mal camino que toma, pero no podemos dejar de pasar las páginas para averiguar qué es lo que Donna Tartt nos tiene reservado en este universo helicoidal, en el que el joven se convierte en espectador desapegado y arrastrado por las circunstancias.
Es una novela a la antigua usanza, al estilo de los clásicos novelones del XIX, con buenos, malos, amor imposible y amistades incorruptibles. Pero su prosa sencilla, escrita para que se lea, destila también una modernidad arrolladora, que no tiembla  a la hora de hablar de atentados, cultura destruida, falsificación de la belleza o el sórdido mundo de la drogadicción. Imágenes a veces lacerantes y descarnadas que casi parecen sacadas de la series americanas más agresivas como True detective o Breaking bad. Junto ello, y en contrapunto, descripciones minuciosas sobre el mundo puntillista de la restauración de antiguedades que rompen en parte el ritmo angustioso del relato.
Y bajo todo, de telón de fondo, ese cuadro del jilguero atrapado, que representa el arte como bien superior, como espíritu que pervive a pesar de los hombres y de sus miserias. Una belleza perenne que nos envía su mensaje más allá de la vida.   Merece la pena el esfuerzo de leer mil páginas.No hay prisa, hasta  el 2025 Tartt no nos ofrecerá otro.

Publicado en La Voz de Galicia.