martes, 15 de abril de 2014

Cometas, soles y ahora, montañas.Hosseini triunfa otra vez

"Muy bien, si queréis una historia, os contaré una historia. Pero sólo una. Que ninguno de los dos me pida más. Ya es tarde, y tú y yo tenemos un largo día de viaje por delante, Pari. Esta noche tendrás que dormir. Y tú también, Abdulá. Cuento contigo, hijo, mientras tu hermana y yo estemos lejos. Y tu madre también. Vamos a ver. Una historia. Escuchadme los dos, escuchadme bien y no me interrumpáis." Así empieza Y las montañas hablaron , el último bestseller de Khaled Hosseini, y si  realmente escuchas oirás no una historia sino un ramillete de vidas entrelazadas que se van desenredando ante nuestros ojos.  Un historia coral que viaja en el tiempo y en el espacio desde Afganistán y Kabul, hasta París y California. Un entramado que se inicia en los 50 en una miserable aldea afgana y que que llega hasta la actualidad. En primer plano tenemos a dos hermanos separados en la infancia, de telón de fondo la invasión soviética, el paso de los talibanes, la llegada de los americanos. Un país que sufre, calla y se exilia.
El autor no duda en disparar sin recato a las fibra sensible del lector y además hace diana. Basta recordar a la niña con la cara destrozada por la mordedura brutal de un perro o a la hermana hermosa que queda inválida ante la falta de auxilio de la menos favorecida. Pero ofrece algo más. Una historia construida con inteligencia que te lleva hasta el final de la mano de personajes que te hablan al oído de sus flaquezas, de sus desengaños. Por algo es un superventas.
Más de treinta y ocho millones de sus dos primeros libros vendidos avalan esta nueva historia, por el que los lectores han llegado a hacer colas de cinco horas ante las librerías. Por algo será.

Publicado en La Voz de Galicia


jueves, 10 de abril de 2014

Un libro dos visiones.La trama nupcial, revisando a Jane Austen

Por Pucho Méndez.


Siguiendo la recomendación de Elena y con el buen sabor de boca que me dejó “Las vírgenes suicidas” , me aventuré en este novelón  de EUGENIDES. Una  gran novela, en la  que el autor se sumerge en un mundo tan complicado y cambiante como es la adolescencia y juventud , en la que el amor, el conocimiento y los sentimientos se entremezclan ,bullen y erupcionan  a cada instante y en el que la sinceridad se impone sobre los convencionalismos. En toda la trama tenemos un trío de personajes bien definidos y a los que acompañamos con interés y preocupación. Leonard es  un muy inteligente  maníaco depresivo con trastornos bipolares  al que   seguimos en su vida diaria y con el que aprendemos lo difícil de su existencia , sin aburrirnos conocemos en profundidad lo complicado e irresoluble de las enfermedades mentales y nos hace reflexionar sobre la suerte de no padecerlas .Mitchel   es un místico ,que busca aquí el mas allá, y que trata de volcarse en la ayuda a los demás, lo intenta con la orden de Sor Teresa de Calcuta, consiguiendo en parte sus objetivos pero como humano, sucumbiendo a la miseria , al asco, a la enfermedad y a la mierda.  Madelain es una estudiante de literatura inglesa del XIX, guapa y sexi que se vuelca con Leonard y  que conoce a Mitchel desde niños, mujer valiente y que soporta una importante  presión familiar además de sus propias dudas. Con todo esto Eugenides escribe una muy buena historia , diría que a la altura de una buena novela del XIX ,para mi lo mejor que le he leído, en la que tocamos el crudo mundo real  con nuestras manos.





Por Elena Méndez.

Amor, dolor, sentimientos. Jeffrey  Eugénides construye una trama propia de Jane Austen y luego la desbarata ante nuestros ojos. Maddy, Leonard y Mitchell forman ese triángulo de infelicidad y frustración sentimental en la que se basa la iniciación a la vida adulta. Tres universitarios con los sentimientos a flor de piel y los intelectos rigiendo sus vidas. Dos fuerzas contradictorias que les harán plantearse si lo que sienten es lo que deberían sentir, si lo que desean es lo apropiado o si deberían gobernarse por las teorías "deconstructivas" más avanzadas. Mitchell ama a Maddy, Maddy ama a Leonard y Leonard.... sufre un trastorno mental. Esta es la revisión de Austen en la que el matrimonio ya no es el punto final feliz que se alcanza o el anhelo que se escapa condenándonos a la muerte o al ostracismo. No, el matrimonio es solo una puerta más que se abre para dejar paso a nuevos problemas y que, ahora sí, también se puede cerrar si se desea. El divorcio cambia las perspectiva. Los tres personajes exponen ante nosotros sus sentimientos reales y también lo que les gustaría sentir, lo que sueñan con sentir. Ser perfectos, ser santos, ser normales.
Y luego están los padres, los amigos, los viajes....
Pero no te equivoques, esta no es una novela romántica. Es una gran novela.Si disfrutaste Midlesex, esta no te decepcionará.


domingo, 6 de abril de 2014

El detective Marlowe vuelve en el más puro estilo blanco y negro


                                 




















Marlowe ha vuelto. Los seguidores del detective están de enhorabuena.. El gran John Banville, bajo su  oscuro seudónimo Benjamín Black, ha obrado el milagro. El personaje creado por Raymond Chandler en 1934 regresa a nosotros en el más depurado estilo blanco y negro.
"Era martes, una de esas tardes de verano en que la Tierra parece haberse detenido. El teléfono, sobre la mesa de mi despacho, tenía aspecto de sentirse observado. Por la ventana polvorienta de la oficina se veía un lento reguero de coches y a un puñado de buenos ciudadanos de nuestra encantadora ciudad, la mayoría hombres con sombrero, que deambulaban sin rumbo por la acera", así comienza  "La rubia de los ojos negros"  y desprende un aroma de época que nos deja entrever tras el humo del cigarro el rostro del carismático Humphrey Bogart. Ni el fanático más purista podría ponerle pegas a esta versión mejorada de Philip Marlowe que bebe de las fuentes directas de su creador e, increíblemente, lo supera. El  lector avezado incluso encontrará algunos nombres conocidos como Rusty Regan de "Sueño Eterno" o a Terry Lenox de "El largo adiós", historia de  la que puede considerarse continuación, aunque se leen de forma independiente.
La trama es clásica: una rubia de profunda mirada, largas piernas y cuenta corriente abultada, busca a un amante desaparecido. Es Clare Cavendish, la rica heredera de un emporio de perfumes, que pretende que Marlowe encuentre a  Nico Peterson. Un amante que transita de la vida a la muerte, y viceversa,  a medida que avanza la historia.
Arranca la década de los cincuenta y estamos en  Bay CityNuestro detective todavía fuma y bebe, pero es algo menos racista,  menos misógino. Por momentos, hasta tierno. "La abracé y, bajo mis manos, sus omóplatos me recordaron dos cálidas alas cuidadosamente plegadas", dice.  Un Marlow tan humano que hasta se atraganta: "Debió de percibir la incomodidad que me creaba su velo, pues, levantando una mano, lo apartó de su rostro. Sin él sus ojos resultaban todavía más  impresionantes; al contemplar su lustrosa e intensa negrura, sentí un nudo en la garganta".
Banville, que definió el desafío propuesto por los herederos de Chandler como una gran aventura,  rinde homenaje al maestro y toma ya desde el título, sacado de unas notas dejadas por el creador, la senda marcada. El reto no era fácil y menos para una primera figura de las letras irlandés, que incluso se permite el guiño de burlarse del acento británico de algunos de los personajes. Pero su exquisita prosa lo logra:  “Los murciélagos chillaban y aleteaban, como fragmentos de papel carbonizado sobrevolando una hoguera”.
Nuestro rudo detective está de vuelta y con él todo el universo de clases sociales enfrentadas: ricos sin escrúpulos y matones de medio pelo. Pero también los paisajes, las reflexiones sobre la vida y la muerte y sobre el amor. "El largo adiós" que nos anunciaba Chandler  finalmente no ha sido tan eterno como su sueño. Esperemos que venga para quedarse.


Publicado en La Voz de Galicia.